lunes, 12 de septiembre de 2016

Investigación En El Hospital Del Torax por Francisco J. Vázquez

Hay quienes piensan que aquellos lugares donde se ha producido sufrimiento quedan impregnados de las almas de los que dejaron su vida atrás en drámaticas circunstancias. No necesariamente quedan los buenos, y eso origina que muchas veces su presencia (a caballo entre el mundo de los muertos y el de los vivos) degenere en situaciones sorprendentes a los ojos de quienes viven (o creen vivir) fenómenos de naturaleza extraña.

Muchos son los testimonios de los que se atreven a hacer incursiones en ese tipo de lugares, a horas intespectias, y rodeados de ese halo de misterio que convierte cualquier expedición en propicia para encontrarse de frente con nuestros más profundos temores, con nuestros miedos más arraigados.

Miguel Ángel Segura ha elaborado una profunda investigación sobre uno de esos lugares fantasmagóricos, y lo ha plasmado en un libro tituldo INVESTIGACIÓN EN EL HOSPITAL DEL TORAX. Como el propio título indica, el lugar en cuestión fue un antiguo hospital de Tarrasa donde, según se cuenta, se producen fenómenos paranormales de índole diversa. Ciertamente es un lugar con historia negra, llena de rumorología que achaca al recinto (hoy abandonado) multitud de elementos que hacen de él un lugar proclive a este tipo de actividades. Sea por la propia historia, por la sugestión, o por la supuesta fenomenología extraña, lo evidente es que su sola mención a los vecinos pone la piel de gallina al más pintado.

Adentrarse en el libro de Segura es hacerlo en una aventura cargada de tramas ocultas, leyendas ya asentadas e incluso conspiraciones, que se maceran con las experiencias de otros investigadores y de la historia del propio recinto. Es el conjunto el que sorprende, y el que hace de él un libro lleno de posibilidades para pasar un buen rato conociendo uno de los lugares supuestamente más encantados del país. 

A él han hecho referencia numerosas prublicaciones y programas televisivos. Es un buen momento para conocer de primera mano qué se cuece entre las paredes de aquel viejo hospital, un lugar tenebroso, tétrico, y sin duda marcado por la tragedia. 

El cementerio de Praga por Mario Escobar

La última novela de Umberto Eco ha sido vendida por su editorial como una obra comparable a su famoso libro EN NOMBRE DE LA ROSA. Después de su gran éxito literario, Eco ha realizado varias obras de una gran calidad literaria, pero de argumentos retorcidos y a veces huecos. La forma ocupa hasta tal punto la función, que al autor se limita a mostrar su elocuencia y conocimiento, sin importarle mucho el lector. De hecho, al final incluye una nota para explicar el desorden, deformación y pesadez de sus capítulos. El libro sería un divertimento si no costara 23,90€. Naturalmente la editorial ha realizado un buen trabajo de encuadernación e ilustración, por lo que si nuestra idea es dejar el libro en exposición en nuestro despacho, merece la pena comprarlo, de lo contrario, compren otro. Los escritores deben hacer su trabajo, para eso les pagan, si lo tenemos que hacer los lectores, que nos regalen el libro.

Otra de las desgracias del libro es que el personajes está muy bien trazado, para ello emplea unas treinta maravillosas páginas, el planteamiento hasta más o menos la página 100 es magnífico, pero después todo es morralla sobre el proceso de unidad italiana, algunos problemas políticos de finales del siglo XIX, etc.

Muy recomendable para los amantes de otras obras de Eco, pero una gran decepción para los que disfruten con un buen argumento, un desarrollo y un desenlace.

miércoles, 7 de septiembre de 2016

El mes más cruel por Lale González-Cotta

Como advierte Marta Sanz en el prólogo, uno no sabe muy bien a qué atenerse con esta antología y pasa páginas con cierta desazón, sospechando que se le ha escapado algo, que se ha quedado en la corteza de sus posibilidades, que se le han entumecido las meninges y no ha sabido trascender la mera concatenación de sílabas. Paradójicamente, es dicho desconcierto el mayor atractivo de unos relatos que obligan a empinarse por encima de una lectura a ras de suelo, por más que el esfuerzo no garantice el éxito y la comprensión continúe siendo esquiva. Parecería que hubiese sido intención de la poeta y narradora madrileña jugar con el lector a las adivinanzas suspendidas en las elipsis, en la periferia del instante atrapado en la escritura. En un género tan resbaladizo como este, el gran acierto de Adón consiste en haber sabido situar al lector en mitad de unas historias que, como la que engulle a la Alicia de Lewis Carroll, parecen discurrir antes y después de que nosotros irrumpamos en ellas.

EL MES MÁS CRUEL (Abril, para quien desconozca el inicio de The waste land de Eliot) tal vez sea el relato que mejor nos pueda servir de brújula. Más concretamente, el texto de Chéjov que lo encabeza disipa un poco la turbiedad, mostrando el hilo que ensarta las catorce historias: la necesidad –y el riesgo- de un espacio personal contra la intromisión del mundo, de esa habitación propia que patentaría Virginia Woolf para la literatura venidera. Casi todos los personajes de los relatos se enfrentan al conflicto entre el individuo y su tribu, a las consecuencias del aislamiento, pero también de una afectividad no siempre exenta de deseo de dominación. En el relato titulado En materia de jardines, el mejor quizá de la antología, Sara y Olivia se debaten entre la necesidad de ignorarse o invadirse; En Genios Antiguos dos hermanos luchan por preservar su espacio frente a la injerencia del exterior; En El mes más cruel, Flora Marr, invitada durante unos días en casa de su amiga Elvira, no hace sino buscar momentos para escapar de su anfitriona, protegida (?) tras el libro que la aísla en su habitación.

jueves, 1 de septiembre de 2016

El último deseo por David Yagüe

He de reconocer que tras mi adolescencia había dejado un poco abandonado el género fantástico (salvo a Tolkien, a cuyos libros siempre acabo por volver) y desde que he descubierto a R.R. Martin y su soberbia CANCIÓN DE HIELO Y FUEGO me interesa algo más.

Y aunque no lo parezca, hay interesantes obras y autores de novela fantástica fuera del ámbito anglosajón (con sus clásicos, sus nuevos valores, sus Harry Potters y legión de imitadores de los anteriores). Recuerdo la excepcional EL LEGADO DEL REY TSONGOR, de Laurent Gaudé (Salamandra, 2003), con su épica muy cercana a la ILIADA; las obras fantásticas de nuestra Ana María Matute; la saga fantástica de Tramórea de Javier Negrete... y ahora tengo que incluir sin dudas ni titubeos al gran Andrzej Sapkowski y su saga de Geralt de Rivia.

En EL ÚLTIMO DESEO, primera novela de la serie, Sapkowski no parece tener más interés que presentarnos en profundidad al brujo Geralt (es brujo mutante, cazador a sueldo de monstruos), su forma de ser y trabajar y algunos de sus habituales compañeros. Y para ello articula a través de una pequeña historia, varios sucesos y aventuras de manera impecable, como flashbacks.